domingo, 7 de septiembre de 2014

Pasaje a Tahití, de Eva García Sáenz


Hace unos meses publiqué una reseña sobre la novela “La saga de los longevos. La vieja familia”, de Eva García Sáenz. La reseña terminaba de la siguiente manera: “Yo, por mi parte, me declaro fan incondicional de Eva García Sáenz, así que corro a hacerme con Pasaje a Tahití y la segunda parte de la saga, Los hijos de Adán”.
Como lo prometido es deuda, de momento ya he terminado de leer Pasaje a Tahití, y tras hacerlo me reafirmo en lo dicho. Fan, fan, fan. Me encanta.

 
La saga y Pasaje son dos novelas muy diferentes que tienen un montón de aspectos comunes. ¿El sello de la autora? Tal vez, iremos viendo a medida que sigamos leyendo. Si es así, es un gran sello: soberbia construcción de los personajes y de sus interrelaciones, tramas complejas pero en absoluto difíciles, coherentes, elegantes y bien tejidas, en las que se agradece el esfuerzo de documentación, que las dota de una riqueza y un plus de interés para aquellos lectores curiosos que gustan, como es mi caso, de aprender cosas nuevas (apuesto a que en google han aumentado no poco las consultas sobre la prehistoria, las perlas, los mares del sur, Gauguin…) y finales brillantes, a la altura del resto del texto.

Cuando una novela de casi quinientas páginas se te acaba en un visto y no visto es que te ha gustado, que la has leído fácil, que te ha cautivado.

Nunca me han gustado demasiado las perlas, pero ahora las aprecio más. He disfrutado mucho leyendo Paisaje a Tahití. Una novela magnífica, magníficamente escrita.

Siguiente parada: la segunda parte de La saga de los longevos. Los hijos de Adán.

Sinopsis:

1890. Bastian y Hugo Fortuny parten a Tahití en busca de una oportunidad después de perder su trabajo como sopladores de vidrio en su Mallorca natal. Durante la travesía conocen a Laia Kane, la hija de un cónsul inglés corrupto en Menorca al que han desterrado a la isla de la Polinesia. Este encuentro marcará la vida de los hermanos Fortuny y de Laia para siempre.

1930. Denis Fortuny, el heredero del imperio de las perlas de lujo en Manacor, decide viajar a Tahití para averiguar el misterio que se oculta tras sus primeros años de vida.


Una historia épica de amor, superación, lazos familiares y secretos con el telón de fondo del Tahití colonial y el fascinante origen de las perlas cultivadas.

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