miércoles, 26 de marzo de 2014

La conjura de los necios


Acabo de leer la conjura de los necios. Me la recomendó y regaló mi buena amiga Leire (ló). 

Ilustro este artículo con dos imágenes, y la primera no es la portada de la novela sino una foto de la madre del autor, la señora Thelma Toole, controvertida heroína de una peculiar historia. John Kennedy Toole se suicidó en 1969, a los 31 años, tras (¿tal vez por?) no lograr publicar la novela, y fue su madre la que tomó el relevo de dar la tabarra a las editoriales hasta conseguir su publicación en 1980. Al año siguiente consiguió nada menos que el Premio Pulitzer, y hay quien considera a John Kennedy Toole como uno de los mejores novelistas americanos.

La conjura de los necios es una gran novela, aunque para mi gusto se han exagerado un poco las alabanzas. La historia, con mucho de autobiografía, presenta a una galería de personajes estrafalarios que hilan una historia tragicómica, escrita en clave de crítica esperpéntica y crudamente ácida de la sociedad americana. Sin llegar a enganchar mantiene el interés, aunque el final me ha parecido flojo, por lo repentino y por la cantidad de cabos sueltos que deja.

Aunque el personaje principal, Ignatius J. Reilly, ha hecho historia, yo me quedo con la señorita Trixie y con el negro Jones.

Es una pena que en la edición española Anagrama haya descuidado tan flagrantemente la traducción, la edición e incluso la impresión, con un texto plagado de faltas, errores y letras desconchadas.

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