Comer sin miedo. Mitos, falacias y mentiras sobre la alimentación en el siglo XXI
Si el objetivo de este libro es, como se podría deducir del
título, quitarle al lector el miedo a comer, conmigo no lo ha conseguido; y es
que yo, si estoy falto de algo, sería tal vez de que me infundiesen un poquito
de temor porque, hoy por hoy, me enfrento a la comida con arrojo y gallardía.
Bueno, quizás deba reconocer que ante un plato de coles de Bruselas me
acobardo, pero eso es un detalle sin importancia.
Lo del párrafo anterior lo digo medio en broma, medio en
serio y, bromeando con lo que me gusta comer, me refiero al poco miedo que
tengo a hacerlo, y digo miedo en el sentido al que se refiere el libro, del que
hablaremos enseguida.
Por mi formación académica (que, por cierto, coincide
esencialmente con la del autor), por mi experiencia profesional y por mis
inquietudes personales, estoy más que familiarizado con el concepto de riesgo químico
y sé distinguir medianamente bien una noticia que suene a ciencia de una que
suene a fantochada…, y cuando no estoy seguro, si la cosa me interesa, procuro
informarme más en detalle consultando fuentes serias. Todo este rollo es para
explicar por qué no tengo miedo a los transgénicos, a los colorantes, a los
conservantes ni a beber agua del grifo (a pesar de que muchos opinan que que el agua de grifo de mi barrio está contaminada nada más ni nada menos
que con lindano).
Cada día, los medios de comunicación, la publicidad y, sobre
todo, las redes sociales, nos bombardean con medias verdades y plenas mentiras
sobre lo que debemos y no debemos comer y nos inundan con bulos y leyendas urbanas.
Proliferan los apóstoles de falsas dietéticas, los conspiranoicos, los
sinvergüenzas que se lucran de todo ello y los inocentes que pagan el pato con
su dinero, en el mejor de los casos, o con su salud, en el peor.
J. M. Mulet es científico serio y divulgador de ciencia con
conciencia que libra una apasionante cruzada contra falsos profetas, y en este
libro en particular contra los que nos pretenden timar, en el ámbito de la
alimentación, con miedos a lo inocuo, complementos que no complementan, "ecoleches" antiecológicas, dietas chungas y otras vainas del mismo pelo.
Mulet expone sus tesis con claridad y las respalda
minuciosamente con fuentes bien contrastadas. Los embaucadores, por su parte, regurgitan
las suyas, a menudo, entre aspavientos y las fundamentan en argumentos delirantemente
surrealistas. En este combate tan desigual, en el que parecería lógico apostar
por Mulet, da la impresión que cada vez más el público jalea a los embaucadores.
¿Cómo puede ser esto posible? Yo no lo sé.
Comer sin miedo engancha. Yo lo he leído con avidez, y eso
que últimamente ando con muy poco tiempo para leer. Conocimiento de los temas,
una cuidada documentación, buenas tablas en el mundillo de la divulgación y una
enorme pasión son los mimbres que construyen un cesto sólido y contundente a la
par que elegante y divertido. Ciencia de la buena puesta al alcance de cualquiera, incluido el más profano.
¿Qué son y qué no son los transgénicos?, ¿son buenos?,
¿comíamos mejor antes?, ¿es más sana la comida sin aditivos?, ¿son ecológicos
los alimentos “ecológicos”?, ¿cuál es la composición química de un ped… (¡ups!,
pero sí, hasta eso lo puedes descubrir en el libro).
Si no tienes ni idea de química ni de dietética, o estás en
un “nivel de usuario”, en este libro encontrarás la respuesta a estas y otras muchas
preguntas que seguro que te has hecho y, si no te las has hecho, sin duda ahora
te interesarán.
Si eres de los que saben algo o bastante y te gusta
informarte, aprenderás más de lo que ya sabes, podrás refrendar muchas de tus
convicciones y tal vez se te caiga algún mito.
Seas quien seas, te recomiendo que leas el libro y que lo
divulgues. Harás un bien a la sociedad.
También recomiendo la lectura del libro a los que han dado
el salto definitivo al lado oscuro, a los convencidos, a los militantes, a los
conspiranoicos, a los timadores…: alguno puede que vuelva a entrever la luz, y
aunque el resto no tengáis remedio, en estas páginas encontraréis una buena
argumentación para demostrar que J. M. Mulet es un siniestro agente a sueldo de
Monsanto.
Enhorabuena por el libro, señor Mulet, y gracias por tu
labor en pro del conocimiento.
Sinopsis:
¿Era mejor la comida de antes que la de ahora? ¿Es más sano
comer ecológico? ¿Estamos consumiendo mucha química? ¿Nos envenenan los
aditivos? ¿Son tan malos los productos transgénicos como nos quieren hacer
creer? ¿Existen las dietas milagro o las píldoras mágicas para adelgazar? ¿Cómo
será la comida del futuro? ¿Anda suelta por ahí alguna enzima que lo cura
todo?En un momento en el que palabras como «natural», «ecológico» o «sin
conservantes» inundan el etiquetado de los productos que compramos, Comer sin
miedo ofrece un análisis¡ científico y documentado de la realidad de los
alimentos y de sus supuestas virtudes. J. M. Mulet, experto en bioquímica y
biología molecular, revela qué hay de cierto y qué hay de mito en la información
que circula sobre lo que nos llevamos a la boca, desmontando con ironía y humor
un sinfín de falacias y mitos. Radicalmente en contra de la demonización de la
intervención humana en los alimentos, nos demuestra que hoy la comida es más
segura que nunca en la historia de la humanidad, que por fin tenemos el
privilegio de poder comer sin miedo.«Por mucho que te lo digan, la comida
natural es un mito. Toda la comida es fruto de laselección artifi cial, de la
mejora genética y por tanto de la tecnología. Por eso, en untomate tienes más
tecnología que en un iPhone 5, y además es más barata, con lo que todos podemos
disfrutar de ella.
El autor:
Profesor titular de biotecnología (área de bioquímica y
biología molecular) en la Universidad Politécnica de Valencia, Director del
Máster de Biotecnología Molecular y Celular de Plantas (CSIC-UPV) e
investigador en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP)
un instituto mixto que depende del CSIC y de la UPV. Divulgador de temas
relacionados con la biotecnología y la alimentación. Autor de "Comer sin
Miedo" y "Medicina sin Engaños" (Destino) y de "Los
productos naturales ¡vaya timo!" (Laetoli).
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