sábado, 30 de enero de 2016

¿Era Steve Jobs un gilipollas, señor Mulet?


Olivia Pilhar, Helena Lumbreras, Domenico Mannarino, Serge Bidart, María del Carmen Expósito…


¿Qué tienen en común todas estas personas? Ni idea, ¿no? Tal vez podamos aventurar una hipótesis: que son gente que no conocemos de nada.

medicina sin engaños-j.m. mulet-9788423349043Puede valer pero, ¿y si añadimos a la lista a Steve Jobs? A ese si le conocemos todos, así que la respuesta no nos vale.

Olivia, Helena, Domenico, Serge, María del Carmen y Steve ya no están entre nosotros. Ya tenemos una conexión. Todos ellos decidieron abandonar sus tratamientos médicos para abrazar “terapias naturales” o pseudomedicinas, y eso les llevó a la muerte.

Acabo de terminar de leer un libro de J. M. Mulet titulado “Medicina sin engaños. Todo lo que necesitas saber sobre los peligros de la medicina alternativa”. De entre todo lo leído en las trescientas cincuenta y tantas páginas del libro me quedo con una frase lapidaria (lo de lapidaria me ha salido sin querer, pero viene al pelo):

"Guíate por el principio de que si una terapia parece una gilipollez, realmente lo es"

Quizás esta frase no alcance nunca el olimpo de la poética, pero hay que reconocerle que encierra una verdad como la copa de un pino. Una verdad enorme y se diría que evidente, aunque por lo visto no lo debe de ser tanto, evidente, digo, a juzgar por el creciente número de creyentes y practicantes de esas “gilipolleces”, como las llama Mulet.

¿Está acaso insinuando que un tipo de inteligencia y aptitudes tan sobradamente demostradas como Steve Jobs era un gilipollas por pensar que renunciando a la medicina y tomando zumos de fruta iba a vencer el cáncer que lo llevó a la muerte?

La pregunta se las trae. Uno podría entender el fenómeno si los que se dejaran llevar por la gilipollez fuera gente que no tuviera sentido común ni conocimiento o, aunque los tuviera, que actuara arrastrada por la desesperación. Pero no. He visto con mis propios ojos a gente cercana “pasarse al lado oscuro” a pesar de no faltarles ni inteligencia, ni formación. Dar un paso, a veces de difícil retorno, para convertirse en víctimas de embaucadores que con un poco de suerte solo les aligerarán los bolsillos, y con un poco de menos suerte les robarán la salud…, y hasta la vida.

Gente aparentemente normal que reniega de las farmacéuticas de verdad y hace poderosas a pseudofarmacéuticas de mentiras, gente aparentemente normal que se obsesiona con lo natural y predica la curación de todos los males con dióxido de cloro, gente aparentemente normal que da por buenas así, sin más, sin el menor espíritu crítico, las “terapias” más delirantemente absurdas, que resultarían hasta cómicas si no fuera por los dramas que arrastran detrás.

El libro de Mulet es una excelente obra de divulgación que con un lenguaje sencillo y con las ideas claras, bien fundamentadas y bien documentadas nos acerca al conocimiento de todas esas llamadas medicinas alternativas, de sus mentiras y de sus peligros.

Dicen que más vale prevenir que curar. La lectura de Medicina sin engaños puede resultar un estupendo método que nos prevenga de caer en la tentación de creer en patrañas y engañuflas.

Un gran libro, señor Mulet. Enhorabuena y gracias.

Sinopsis:

Del autor del éxito Comer sin miedo, más de 10.000 ejemplares. El libro que desmonta la medicina alternativa. Las opciones al margen de la medicina tradicional son cada vez más numerosas -flores de Bach, aromaterapia, acupuntura-, a la vez que crecen las dudas sobre su fiabilidad. El profesor Mulet, bioquímico, y auto r de la aclamada obra Comer sin miedo, desmitifica las medicinas alternativas y pone en evidencia algunos engaños; muestra cómo ciertas prácticas constituyen un mero negocio a costa de la salud y el dinero de las personas que acuden a ellas. El autor aplica su foco crítico sobre ramas como el psicoanálisis, las llamadas medicinas naturales o la homeopatía, para separar el grano de la paja y ofrecer al lector criterios objetivos para discernir en qué medida se puede fiar. Además de citar casos tan sonados como los de Steve Jobs o Jimmy Wales, Mulet aplica el rigor científico y el lenguaje directo para advertirnos que ante un problema de salud hay que ponerse en manos de un buen profesional y no dejarse embaucar por falsas promesas. ''La homeopatía no tiene más eficacia que la fe que pongas en ella''. J.M. Mulet

domingo, 17 de enero de 2016

Reseña: Comer sin miedo, de J. M. Mulet

Comer sin miedo. Mitos, falacias y mentiras sobre la alimentación en el siglo XXI

Si el objetivo de este libro es, como se podría deducir del título, quitarle al lector el miedo a comer, conmigo no lo ha conseguido; y es que yo, si estoy falto de algo, sería tal vez de que me infundiesen un poquito de temor porque, hoy por hoy, me enfrento a la comida con arrojo y gallardía. Bueno, quizás deba reconocer que ante un plato de coles de Bruselas me acobardo, pero eso es un detalle sin importancia.


Lo del párrafo anterior lo digo medio en broma, medio en serio y, bromeando con lo que me gusta comer, me refiero al poco miedo que tengo a hacerlo, y digo miedo en el sentido al que se refiere el libro, del que hablaremos enseguida.

Por mi formación académica (que, por cierto, coincide esencialmente con la del autor), por mi experiencia profesional y por mis inquietudes personales, estoy más que familiarizado con el concepto de riesgo químico y sé distinguir medianamente bien una noticia que suene a ciencia de una que suene a fantochada…, y cuando no estoy seguro, si la cosa me interesa, procuro informarme más en detalle consultando fuentes serias. Todo este rollo es para explicar por qué no tengo miedo a los transgénicos, a los colorantes, a los conservantes ni a beber agua del grifo (a pesar de que muchos opinan que que el agua de grifo de mi barrio está contaminada nada más ni nada menos que con lindano).

Cada día, los medios de comunicación, la publicidad y, sobre todo, las redes sociales, nos bombardean con medias verdades y plenas mentiras sobre lo que debemos y no debemos comer y nos inundan con bulos y leyendas urbanas. Proliferan los apóstoles de falsas dietéticas, los conspiranoicos, los sinvergüenzas que se lucran de todo ello y los inocentes que pagan el pato con su dinero, en el mejor de los casos, o con su salud, en el peor.

J. M. Mulet es científico serio y divulgador de ciencia con conciencia que libra una apasionante cruzada contra falsos profetas, y en este libro en particular contra los que nos pretenden timar, en el ámbito de la alimentación, con miedos a lo inocuo, complementos que no complementan, "ecoleches" antiecológicas, dietas chungas y otras vainas del mismo pelo.

Mulet expone sus tesis con claridad y las respalda minuciosamente con fuentes bien contrastadas. Los embaucadores, por su parte, regurgitan las suyas, a menudo, entre aspavientos y las fundamentan en argumentos delirantemente surrealistas. En este combate tan desigual, en el que parecería lógico apostar por Mulet, da la impresión que cada vez más el público jalea a los embaucadores. ¿Cómo puede ser esto posible? Yo no lo sé.

Comer sin miedo engancha. Yo lo he leído con avidez, y eso que últimamente ando con muy poco tiempo para leer. Conocimiento de los temas, una cuidada documentación, buenas tablas en el mundillo de la divulgación y una enorme pasión son los mimbres que construyen un cesto sólido y contundente a la par que elegante y divertido. Ciencia de la buena puesta al alcance de cualquiera, incluido el más profano.

¿Qué son y qué no son los transgénicos?, ¿son buenos?, ¿comíamos mejor antes?, ¿es más sana la comida sin aditivos?, ¿son ecológicos los alimentos “ecológicos”?, ¿cuál es la composición química de un ped… (¡ups!, pero sí, hasta eso lo puedes descubrir en el libro).

Si no tienes ni idea de química ni de dietética, o estás en un “nivel de usuario”, en este libro encontrarás la respuesta a estas y otras muchas preguntas que seguro que te has hecho y, si no te las has hecho, sin duda ahora te interesarán.

Si eres de los que saben algo o bastante y te gusta informarte, aprenderás más de lo que ya sabes, podrás refrendar muchas de tus convicciones y tal vez se te caiga algún mito.

Seas quien seas, te recomiendo que leas el libro y que lo divulgues. Harás un bien a la sociedad.

También recomiendo la lectura del libro a los que han dado el salto definitivo al lado oscuro, a los convencidos, a los militantes, a los conspiranoicos, a los timadores…: alguno puede que vuelva a entrever la luz, y aunque el resto no tengáis remedio, en estas páginas encontraréis una buena argumentación para demostrar que J. M. Mulet es un siniestro agente a sueldo de Monsanto.

Enhorabuena por el libro, señor Mulet, y gracias por tu labor en pro del conocimiento.

Sinopsis:

¿Era mejor la comida de antes que la de ahora? ¿Es más sano comer ecológico? ¿Estamos consumiendo mucha química? ¿Nos envenenan los aditivos? ¿Son tan malos los productos transgénicos como nos quieren hacer creer? ¿Existen las dietas milagro o las píldoras mágicas para adelgazar? ¿Cómo será la comida del futuro? ¿Anda suelta por ahí alguna enzima que lo cura todo?En un momento en el que palabras como «natural», «ecológico» o «sin conservantes» inundan el etiquetado de los productos que compramos, Comer sin miedo ofrece un análisis¡ científico y documentado de la realidad de los alimentos y de sus supuestas virtudes. J. M. Mulet, experto en bioquímica y biología molecular, revela qué hay de cierto y qué hay de mito en la información que circula sobre lo que nos llevamos a la boca, desmontando con ironía y humor un sinfín de falacias y mitos. Radicalmente en contra de la demonización de la intervención humana en los alimentos, nos demuestra que hoy la comida es más segura que nunca en la historia de la humanidad, que por fin tenemos el privilegio de poder comer sin miedo.«Por mucho que te lo digan, la comida natural es un mito. Toda la comida es fruto de laselección artifi cial, de la mejora genética y por tanto de la tecnología. Por eso, en untomate tienes más tecnología que en un iPhone 5, y además es más barata, con lo que todos podemos disfrutar de ella.

El autor:

Profesor titular de biotecnología (área de bioquímica y biología molecular) en la Universidad Politécnica de Valencia, Director del Máster de Biotecnología Molecular y Celular de Plantas (CSIC-UPV) e investigador en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP) un instituto mixto que depende del CSIC y de la UPV. Divulgador de temas relacionados con la biotecnología y la alimentación. Autor de "Comer sin Miedo" y "Medicina sin Engaños" (Destino) y de "Los productos naturales ¡vaya timo!" (Laetoli).

martes, 12 de enero de 2016

Reseña: El diario de los madelmanes, de Jon Díez de Ulzurrun

Tuve la suerte de vivir mi infancia en los tiempos en los que los juguetes electrónicos todavía no existían y los chavales pasábamos casi todo nuestro tiempo libre al aire ídem, jugando a cosas salvajes y primitivas, que incluían correr, saltar, tirarnos piedras, arrastrarnos por el suelo jugando a las canicas y al hinque, hacer tirachinas con muelles de somier, subir a los árboles, etc., y todo ello sin casco, coderas ni rodilleras. Tiempos en los que un lametón y un pañuelo doblado en triángulo y anudado alrededor de una rodilla o un codo era el remedio universal para cualquier herida media. Para las heridas más gordas teníamos aquella mercromina roja que lucía como una medalla al mérito.

Pero no todo era jugar. En aquella época los chavales teníamos que tomar decisiones importantes. Teníamos que tomar partido. En materia de muñecos, o eras de Madelmán o eras de Geypermán; o eras de Airgamboy de Famobil (en mis tiempos Playmobil y Famosa se unieron y de ahí el nombre). Yo lo tuve siempre muy claro: Madelmán y Airgamboy. No había color.

Estas navidades he tenido la fortuna de recibir un regalo muy especial: el que posiblemente era el último ejemplar en el mercado del libro El diario de los Madelmanes, de Jon Díez Ulzurrun (Txuflash Ediciones, 2015). Digo libro pero es algo más que un libro. Es una verdadera enciclopedia del Madelmán.

Tapas duras, cuidado diseño, más de cuatrocientas páginas de papel satinado y grueso con miles de fotografías y textos sobre todo lo que un nostálgico de estos históricos muñequitos podría querer saber: cada modelo y cada complemento, la historia, el proceso de fabricación, anécdotas, catálogos…

El autor de esta maravilla es Jon Díez de Ulzurrun, un “loco” de los madelmanes cuya pasión le ha llevado a atesorar una colección que incluye todos los modelos que se fabricaron y, no contento con eso, se ha embarcado en la descabellada aventura de crear un libro como el que tengo entre las manos, con sus propios medios y supongo que con un esfuerzo inimaginable.

Cuando uno reseña un libro, suele terminar recomendando o “desrecomendando”  su lectura. Yo, en este caso, voy a ir un poco más allá y voy a finalizar dando las gracias a Jon. Unas gracias enormes por el esfuerzo y el cariño que ha puesto en este regalazo que nos ha hecho a los que recordamos nuestra infancia con unos cuantos madelmanes entre las manos.

Enhorabuena, Jon.