jueves, 19 de junio de 2014

Aixa Vizuete, ganadora del sorteo de un ejemplar de "Un lugar mejor y otros relatos"



Aixa Vizuete, escritora, autora de la saga "Lirio de sangre" ha resultado ganadora del sorteo de un ejemplar dedicado de la antología "Un lugar mejor y otros relatos" resultado del III Concurso de Relato Corto de Ediciones Beta. en él se incluye mi relato "Que no haya sido un sueño".

¡Enhorabuena a Aixa y gracias al resto de participantes!


sábado, 10 de mayo de 2014

Entre la lluvia, de Alberto Pasamontes

Acabo de pasar la última página de Entre la lluvia, la primera novela de Alberto Pasamontes.  La historia tiene unos cuantos elementos de novela negra, aunque resulta más bien gris. Novela gris. Lo del color gris se usa habitualmente para referirse a lo anodino, a lo soso, a lo insustancial. No es el caso, en absoluto. Digo que la novela es gris porque a pesar de que, como decía, tiene bastante de novela negra, se aleja un tanto de los elementos clásicos más sórdidos, aderezando la trama, en su lugar, con personajes, escenarios y situaciones cercanos y familiares, diría que hasta domésticos. Así, el autor encaja en la trama, sin ninguna discordancia, una retahíla de asuntos de esos que nos ocupan y nos preocupan a todos en el día a día: la crisis, los ERE, los desahucios, las cafeteras de capsulitas, los exámenes de nuestros hijos adolescentes… En mi opinión todo esto le da a la novela un aire fresco que ayuda a leerla y a engancharse.

Diría alguno de esos críticos pesados y resabidillos que el señor Pasamontes abusa, empezando por el propio título, del tan manido recurso de la lluvia que no cesa para crear una atmósfera opresiva y umbría. No seré yo quien afirme tal cosa ya que la que espero que sea mi próxima novela comienza con la frase “Afuera llovía”, y me encanta el recurso precisamente para eso, para ensombrecer las escenas, por muy trillado que esté el truco.

La novela está muy bien construida, con una trama que se desmadeja de una forma ordenada, manteniendo el suspense en su justa medida y conduciendo al lector a través de una concatenación de sucesos perfectamente creíbles hasta un desenlace perfectamente resuelto. Me gusta en especial el tratamiento de los personajes, a los que uno termina pensando que conoce de siempre.


Más allá de algunos detalles menores que sería recomendable revisar y corregir para posteriores ediciones, estamos ante una obra notable para un autor novel. En definitiva, me ha parecido una novela estupenda y muy recomendable.

Enhorabuena, Alberto.

domingo, 4 de mayo de 2014

¿Dónde estás, Jaime Iván Marcucci?


Hace algunos años, allá por 2009 (aunque bien puede ser cualquier otro año, porque mi memoria para las fechas es peor que mala), se instaló en el centro comercial Megapark de Barakaldo un nuevo establecimiento hostelero: Marcucci´s Fried Chicken. Ofrecía un delicioso y crujiente pollo “broaster” recién hecho, así que yo, aficionado y entusiasta investigador de este tipo de locales, no tardé en estrenarlo.

Lo primero que me llamó la atención fue el dueño, cocinero, camarero y anfitrión, todo a la vez, y no solo eso, también creador del invento. Se trataba del mismísimo Jaime Iván Marcucci, un tipo menudo y nervioso, con el cabello entrecano que le caía sobre el cuello y la frente, sin ocultar sus ojillos atentos y escrutadores, y un suave y agradable acento no tan fácil de ubicar en su lugar preciso de allende los mares. Marcucci era–es—un tipo peculiar. Debo reconocer que mi primera impresión no fue demasiado positiva. Yo soy de carácter más bien seco y me chocaron un poco las excesivas atenciones del hombre, ampuloso y educado, tratándote siempre de usted.

Esta primera impresión se diluyó rápidamente al pegarle el primer mordisco a un contramuslo de pollo. Se me hace la boca agua solo de recordarlo. El mejor pollo frito que haya probado nunca. Así que volví, volví y volví a volver, y a fuerza de repetir me fui dando cuenta de que Marcucci no era ampuloso, sino sumamente encantador. En fin, no sé cuál fue la principal causa de mi adicción, si el pollo o Marcucci y sus atenciones exquisitas. El tipo trabajaba de lo lindo, encargándose él solito del local, aunque a veces, cuando los estudios se lo permitían, le echaba una mano su hija Cecilia, dueña de una de esas sonrisas capaces de iluminar las oscuridades más tenebrosas.

Por aquella época andaba yo garabateando “Un billete para el infinito”, y decidí que si alguna vez escribía la segunda parte, la historia empezaría en Marcucci´s. De hecho, y aunque no creo que nunca continúe con ello, ya tengo escritas las primeras páginas.

El inicio de 2013 nos trajo un Marcucci preocupado, taciturno y deprimido. El negocio no iba bien y, según contaba, los tejemanejes del gerente del centro no ayudaban, sino todo lo contrario. “Un billete” ya estaba a punto de salir, y yo estaba ilusionado con regalarle un ejemplar dedicado, pero una semana antes de tener el primer libro entre mis manos, Marcucci desapareció, dejando tras de sí el negocio, regentado ahora por otra gente. El pollo sigue estando bueno, pero él ya no está allí. Ya no es lo mismo. Ya no es Marcucci´s.

Espero que esté, como solía contar, comiendo unas papas en una calita de alguna de las islas afortunadas. Espero que le vaya lindo.


¿Dónde estás, Jaime Iván Marcucci? Te echamos de menos.

domingo, 13 de abril de 2014

La Biblia de neón

La Biblia de neón es la primera novela de John Kennedy Toole, de quien ya hablé en un artículo anterior sobre su “mítica” obra La conjura de los necios. Después del suicidio del autor, su madre se dedicó a ir de editorial en editorial hasta que consiguió la publicación de la conjura, que supuso la concesión a título póstumo del premio Pulitzer a Toole y la consagración de la conjura casi como una obra de culto. Como a veces sucede, el éxito de la conjura de los necios facilitó la publicación de una obra anterior, la Biblia de neón, escrita cuando Toole apenas tenía dieciséis años.

No habría llegado a La Biblia de neón si mi buen amigo Aitor (Iber) no me la hubiera mencionado hace unas semanas, cuando me comentaba su opinión sobre Un billete para el infinito. Entre otras cosas, me dijo que mi estilo le recordaba al de La Biblia y, una cosa que me sorprendió, mencionó una cualidad de ambos: la dulzura. Supongo que para uno mismo no debe de ser fácil darse cuenta de que escribe con dulzura, al menos para mí no lo es. Por otro lado, ¡qué caramba!, siempre sienta bien que le comparen a uno con un autor consagrado, aunque su consagración haya sido tan sui géneris.

La Biblia de neón es una obra sorprendentemente buena para un escritor novel. La historia está narrada en primera persona por el protagonista, un muchacho de la edad del autor, con un lenguaje naif que aligera la lectura y permite que el lector conecte con la historia, precisamente a través de la dulzura del texto.

Un billete para el infinito y La Biblia de neón coinciden en ser óperas primas que probablemente tienen mucho más de autobiográfico de lo que los autores estaríamos dispuestos a reconocer.

Pero volvamos a John Kennedy Toole. En sus dos novelas encontramos grandes paralelismos: un protagonista con una familia desmembrada, la ausencia física del padre y la emocional de la madre, viviendo prácticamente al margen de una sociedad que se pinta con unos brochazos de crítica ácida, mucho más corrosiva en La conjura, en la que se refleja un Toole, más maduro y más enfadado con el mundo que le rodea, que no duda en expresar un humor negro que, junto con unas situaciones y unos personajes casi surrealistas, forjan el estilo de esta segunda obra y la alejan de la inocencia del Toole adolescente. Resulta inquietante apreciar, hablando de paralelismos, el que liga el final de las dos novelas, en las que ambos protagonistas huyen hacia un futuro incierto, con la huida suicida del propio autor.


¿Recomendaría la lectura de la Biblia de neón? Sin duda alguna.

domingo, 6 de abril de 2014

Concurso UBPEI. Prueba 10

Prueba 10. 6 de abril de 2014

Hemos llegado a la prueba final del concurso. La emoción es máxima, pues todos los concursantes, en ambas categorías, están empatados a cero puntos. ¿Conseguirá alguno de ellos remontar la situación o, por el contrario, quedará el concurso desierto?

Tenéis hasta el día de la proclamación de ganadores para responder a esta prueba y a las anteriores que tengáis pendientes. El concurso está abierto a que cualquier nuevo participante se una y se ponga al día con las pruebas.

Tenéis hasta el domingo 20 de abril a las 18:00 hora peninsular española para contestar. Recordad que no hay puntos si no se alcanzan los 41 "me gusta" en la página web http://ealzola.wix.com/eduardoalzola

Categoría UBPEI:

1.   Hay varios Eduardo Alzola por el mundo. Entre ellos hay uno que sin duda es el más famoso. ¿A qué se dedica? (un punto). Tres por cuatro son doce, sí, pero, ¿qué tiene esto que ver con este Eduardo Alzola? (dos puntos).

2.   Y hablando de dedicaciones, ¿a qué se dedica, aparte de a escribir, el Eduardo Alzola que organiza este concurso? (un punto). ¿Alguien conoce el nombre de alguna empresa (no vale universidad), donde trabajó antes de incorporarse a su empleo actual? (un punto).

3. ¿Qué tienen en común todos los cantautores para Kontxesi Barakaldo? Un punto por la respuesta correcta y la lista completa de cantautores.

Categoría ET:

1.   En la novela, además de Jani, aparece otro bonobo que lleva un collar. ¿De qué color es ese collar? (un punto).

2.    En dos párrafos, y por dos puntos…, un final alternativo para la novela (el concursante renuncia a cualquier derecho de autor sobre los párrafos, no vaya a ser que se use el final alternativo en la peli, ja, ja.).

3.  ¿Se hace en la novela alguna alusión, directa o indirecta, al éxodo del pueblo de Israel? Si es que sí, ¿cuál? (un punto).

4.    Una palabra para describir la novela (dos puntos).








domingo, 30 de marzo de 2014

Concurso UBPEI. Prueba 9

Prueba 9. 30 de marzo de 2014

Ya se acerca el final de esta competición apasionante… Hoy tenemos una prueba sencilla y a la vez complicada, y es una prueba solidaria (solidaria conmigo, je, je), porque de conseguir los puntos, los conseguiréis todos los participantes.

La prueba, común para las dos categorías, es la siguiente: como mi página web es un coñazo no la visita nadie, así que para conseguir que la gente haga click en “me gusta” tengo que hacer grandes esfuerzos publicitarios. El penúltimo de estos esfuerzos acabó en tragedia, cuando ya tenía 40 “me gusta” y al clicar alguien para el 41 se me puso a cero…, y vuelta a empezar. Ahora hay 21. 

La prueba consiste en que el contador llegue de nuevo a 41. Vosotros veréis cómo lo conseguís. Si llegamos, seis puntos para cada concursante en cada una de las categorías en las que esté participando. Si no se logra…, ponemos todos los contadores del concurso a cero (¡Qué malo soy!).

¡ANIMO!

miércoles, 26 de marzo de 2014

La conjura de los necios


Acabo de leer la conjura de los necios. Me la recomendó y regaló mi buena amiga Leire (ló). 

Ilustro este artículo con dos imágenes, y la primera no es la portada de la novela sino una foto de la madre del autor, la señora Thelma Toole, controvertida heroína de una peculiar historia. John Kennedy Toole se suicidó en 1969, a los 31 años, tras (¿tal vez por?) no lograr publicar la novela, y fue su madre la que tomó el relevo de dar la tabarra a las editoriales hasta conseguir su publicación en 1980. Al año siguiente consiguió nada menos que el Premio Pulitzer, y hay quien considera a John Kennedy Toole como uno de los mejores novelistas americanos.

La conjura de los necios es una gran novela, aunque para mi gusto se han exagerado un poco las alabanzas. La historia, con mucho de autobiografía, presenta a una galería de personajes estrafalarios que hilan una historia tragicómica, escrita en clave de crítica esperpéntica y crudamente ácida de la sociedad americana. Sin llegar a enganchar mantiene el interés, aunque el final me ha parecido flojo, por lo repentino y por la cantidad de cabos sueltos que deja.

Aunque el personaje principal, Ignatius J. Reilly, ha hecho historia, yo me quedo con la señorita Trixie y con el negro Jones.

Es una pena que en la edición española Anagrama haya descuidado tan flagrantemente la traducción, la edición e incluso la impresión, con un texto plagado de faltas, errores y letras desconchadas.